Depresión, drogas y alcohol: el dramático pedido de ayuda de Daniel Osvaldo
Se fue de Huracán en silencio con 19 años y forjó una carrera brillante en Europa. Este jueves sinceró las razones de su rebeldía y contó que sufre "depresión".
Dani Stone publicó un crudo video en sus redes sociales en el que contó los demonios contra los que batalla: "Mi vida se me está yendo de las manos".
Daniel Osvaldo sufre una fuerte depresión, que lo ha llevado a caer en una adicción al alcohol y las drogas. Así lo reveló él mismo en un crudo video que subió a su cuenta de Instagram, donde hizo público su pedido de ayuda para superar esta situación.
"Siento que mi vida se me está yendo de las manos", confesó el exdelantero de Boca y la selección italiana acerca de los demonios contra los que está batallando.
Desesperado
Desde que se alejó definitivamente del fútbol en 2020, luego de su brevísimo paso por Banfield que se vio truncado por la pandemia, Dani Stone ha sido más noticia en la prensa del corazón que en la deportiva. Y esta revelación llega horas después de haber anunciado su separación de la periodista Daniela Ballesteros, luego de días de muchos rumores en la TV basura sobre una crisis entre ambos.
"Es difícil para mí hacer este video porque nunca hice algo así. Pero creo que llegó el momento porque estoy bastante desesperado y no la estoy pasando para nada bien. No sé si será un pedido de ayuda o si simplemente tengo la necesidad de hablarlo porque hace mucho tiempo que vengo lidiando con una depresión muy grande. Esa depresión me hizo caer en en algunas adicciones, alcohol y drogas. Y la verdad es que estoy en un momento en el cual mi vida se me está yendo de las manos", explicó en el inicio de la grabación.
En tratamiento
A continuación, Osvaldo explicó que se encuentra con ayuda profesional por su problema: "Estoy con tratamiento psiquiátrico tomando medicaciones. Tengo una enfermedad muy específica. Falta de autoestima, depresión. Muchas veces vuelvo a caer en mis adicciones. Por enojo he caído en la autodestrucción y eso destruye también a la gente que está a mi alrededor. Muchas veces es difícil salir y me aíslo de la gente que quiero. Me cuesta mucho salir adelante".
Consecuencias
El exdelantero, de 38 años, contó también las consecuencias que le trae su enfermedad: "Prácticamente vivo solo, encerrado en mi casa. No salgo a ningún lado, no hago nada productivo por mi vida y no me dan ganas a veces ni de levantarme de la cama. No me dan ganas ni de bañarme a veces. He caído en adicciones muy feas que solo llevan a que mi depresión sea cada vez más grande".
"Esto me hizo alejarme de gente que que me quiso mucho, que me quiere mucho, que yo también quise y que quiero mucho. Y me hace no tener ganas de ver a mi familia, de no tener ganas de compartir cosas con mis hijos. El enojo que tengo con el mundo y con mucha gente tiene que ver conmigo, con mi enfermedad, con mi falta de autoestima, con mi depresión y con mis malas decisiones".
De todo a nada
Dani Stone también contó que esta situación ha perjudicado mucho su situación económica: "Fui un futbolista de élite. Era una persona completamente diferente, llena de seguridad, de confianza. Y yo soy una persona a la cual no reconozco. Aún no entiendo como llegué hasta acá, la verdad, pero le puede pasar a cualquiera. No tengo un trabajo estable, me gasté prácticamente todos mis ahorros porque como no tengo ingresos, la plata no dura para siempre. Pero eso es lo de menos, porque nunca me interesó el dinero. Yo nací pobre y puedo morir pobre y eso no me importa.
"Lo que más me duele es que me estoy empobreciendo en el alma y yo siempre fui buen amigo y buen compañero. Quise ser un buen padre, aunque muchas veces no me salió".
Por qué hablar
En su alocución, Osvaldo también aprovechó para enviar un mensaje a quienes se encuentren en situaciones similares a la suya: "Por ahí hay alguno de ustedes que ha pasado por lo mismo o tendrán familiares que han pasado. Quiero decirles que se animen a hablar con su familia. A mí me cuesta mucho abrirme, me cuesta mucho salir de la realidad que se genera en mi cabeza, que no es real, pero que adentro mío existe. Y es muy difícil para mí distinguir lo que es real y lo que mi cabeza inventa".
"Quería decir esto más que nada para que, si alguien está viendo algo parecido, que pida ayuda. Porque solo no se sale. Yo pedí ayuda y aún así me está costando salir".
