Boca y Racing juegan una final en los cuartos de la Libertadores

Con Racing va a ser una final. Ya viene de antes. Va a ser partido trabado, en el que nosotros tenemos que hacer la diferencia en nuestra cancha. Hay que estar preparados para este partido que va a ser una guerra”. La frase de Miguel Merentiel encendió la última mecha del polvorín, de una rivalidad que, por situaciones históricas y sobre todo por cuentas pendientes del último tiempo, está en intensidad superclásico. Morbo, bandera y vincha, se viene el primer duelo por los cuartos de la Copa Libertadores, esta noche y en Avellaneda. Las mujeres y los niños primero.

Definitivamente, lo que elevó la tensión entre los dos equipos fue la sucesión de varios partidos definitorios entre ambos. El inicio de la saga fue en los cuartos de la Copa Libertadores 2020, en la que el Boca de Miguel Russo dejó en el camino a Racing de Becaccece.

Después, la Academia tuvo su revancha en las semifinales de la Copa de la Liga 2021 con un triunfo 4-2 por penales. Pero los clásicos se empezaron a calentar en el tramo final de la Liga Profesional 2022, cuando el Boca de Hugo Ibarra se consagró campeón en la última fecha y dejó a Racing con las ganas, un paso atrás, el día en que Franco Armani atajó un penal. Porque enseguida se vieron en el Trofeo de Campeones, la Academia ganó 2-1 y el Xeneize sufrió cinco expulsiones (hubo 10 rojas en total), con lo cual no terminó el partido, en un final con incidentes entre los jugadores y un escándalo total.

Y de arranque en este 2023, la Supercopa Internacional que volvió a ganar el equipo de Fernando Gago por 2-1. Esas dos finales, pese a que volvieron a verse por el último torneo con triunfo xeneize por 3-1, dejaron a Boca en estado de alerta, con la guardia alta y caliente, por varios fallos arbitrales polémicos (Benedetto recibió cuatro fechas de suspensión por el gesto a los árbitros de cobrar dinero y estar comprados). Lo cual es inevitable que genere una tensión extra al momento de volver a verse en la competencia que sea, pero más por la Libertadores y en una instancia definitoria como ésta.

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Condimentos, igual, hay por todos lados. Desde Fernando Gago, formado en Boca como jugador, siendo el entrenador del rival (el mismo que le ganó las dos finales), pasando por Juanfer Quintero (uno de los verdugos del Xeneize en Madrid) como posible factor en algún momento de los 180 minutos. Eso, además de un Roger Martínez que fue -junto con Edinson Cavani- el jugador más buscado por Riquelme desde su llegada a Boca en 2019, que terminó firmando por Racing y siendo decisivo para que la Academia firme su pase a los cuartos de la Copa Libertadores.

Otro episodio que levantó la temperatura del clásico fue el duelo verbal reloaded entre Darío Benedetto y Agustín Almendra. La pelea original se dio en febrero de 2022, a raiz de una serie de insultos que el mediocampista, entonces jugador de Boca, le dedicó a Sebastián Battaglia, por entonces DT. Ahí fue Pipa el que tuvo términos durísimos hacia el juvenil. Y del que se volvió a referir días atrás. “Si lo veo, no le doy un abrazo, pero lo saludo. Nos cruzamos cuando estaba entrenando todavía en Boca. No hay ningún rencor ni hay ningún problema.

El sabe lo qué pasó y no hace falta aclarar nada. Con él quedé como un bocón, pero insisto: no me arrepiento. El grupo y yo sabemos por qué lo hice”, dijo Pipa. Y la respuesta de Almendra demuestra que las cosas entre ellos no quedaron para nada bien. “Benedetto tendría que preocuparse más por sus problemas personales que por mí. Porque la verdad que yo ni lo saludaría. Él mismo dijo que quedó como un buchón”, fue la respuesta, al hueso, de Almendra. El capítulo ¿final? de esta historia está a punto de escribirse. Merentiel prendió el fósforo que faltaba, en este polvorín de un Boca-Racing decisivo, hermoso, impredecible. Eso sí, fijate de qué lado de la mecha te encontrás...

El lateral izquierdo será para Frank Fabra. Y Pol Fernández y Cristian Medina estarán presentes. A esos seis se le puede agregar a Valentín Barco. Y también a Luis Advíncula, aunque en estos dos casos (sobre todo en el del peruano) no está claro qué lugar ocuparán en la cancha.

¿Las dudas? En primer lugar, quién ocupará el lateral derecho: ¿será Advíncula? ¿O el Rayo se adelantará para que juegue Weigandt o -incluso- Blondel?

El tercer volante: ¿será Advíncula por derecha, con Pol de 5? ¿O se meterán Campuzano o Equi Fernández en el lugar que dejó vacante Alan Varela?¿Y si Almirón se la juega con Pol y Medina sosteniendo, y Zeballos y Barco por las bandas?

La delantera: Con la duda de Cavani, ahora hasta Benedetto tiene chances de ir de arranque (lo haría en caso que el Matador no llegue). El otro lugar se lo disputan Miguel Merentiel (viene jugando y metíendola) y el Changuito (en un clásico 4-3-3), siempre que la opción no sea sumar uno de los volantes mencionados y que Advíncula (el nombre clave) suba hasta la posición de extremo.

Hay otra variante que tampoco se puede descartar pero que no sorprendería dados los antecedentes del entrenador: que termine presentando una línea de cinco en el fondo, con tres centrales. Ahí, quien ingresaría (en detrimento de un delantero) sería Nicolás Valentini.

¿Benedetto o Cavani? Una duda que no estaba en los planes.¿Benedetto o Cavani? Una duda que no estaba en los planes.

Esta última opción está sostenida en dos cuestiones no menores. Por un lado, que Racing juegue con mucha gente en ataque (algo probable), generaría que Almirón opte por tener mejor cubierta su área y aprovechar para sumar volumen de juego al medio.

El posible 11 de Gago

Recién minutos antes del comienzo del partido, con los jugadores en el vestuario, el técnico de Racing les comunicará a los jugadores si salen en formato 4-3-3 o 3-4-3. A esta altura, y a sólo horas inicio de la serie de cuartos de final, serían dos las principales dudas de Gago. Y las mismas son también las que terminarán definiendo el esquema de la Academia.

Almendra y Juanfer Quintero serían suplentes en Racing contra Boca. Por un lado, en las últimas horas habrían bajado las chances de que Agustín Almendra y Juanfer Quintero sean titulares. Ambos refuerzos debutaron contra Unión siendo aprobados por Gago, pero hay una diferencia física que todavía no los hace estar al ciento por ciento para un partido tan demandante como el de este miércoles. El ex Boca, que volvió a jugar un partido oficial después de un año y medio, padeció el parate y se lo notó muy cansando llegando al final de primer tiempo. El colombiano, a su vez, necesita más ritmo de juego. Ambos estarían en el banco y volverían a ser titular en la segunda fecha de la Copa de la Liga, el sábado por la noche contra Tigre.

Sin ellos, Gago les dará un voto de confianza a los jugadores que ya vienen jugando desde el inicio del año y dieron vuelta la serie de octavos de final contra Atlético Nacional. Oroz y Hauche, en caso de jugar 4-3-3, o el ingreso de Santiago Quirós si es que Pintita pone a tres centrales. De estos tres jugadores jugarían dos y quedaría definido así el 11 de Racing. ¿Arriesgará el técnico con el mismo esquema ofensivo que usó ante los colombianos pero que hizo agua en abril, en el último choque en la Bombonera? ¿Habrá tomado nota de lo que pasó aquella vez y usará otro dibujo?

Para Racing, sacar un buen resultado sin sus refuerzos será clave para afrontar la revancha mucho mejor parado. Sin ánimo de arriesgar, Gago guardó el fin de semana a casi todos los titulares, que llegan frescos a este partido. Vuelve el lesionado Arias y el funcionamiento defensivo tampoco tendrá bajas. Sigali, Piovi y Moreno también regresan luego de no jugar contra Unión, y por el lateral derecho el pibe Rubio parece haberse ganado un puesto tras lo mostrado en octavos.