El Pincha ganó, gustó y goleó pero no pudo ser el líder del grupo

"Para ser campeón hoy hay que ganar", se escuchaba desde las tribunas de 1 y 57: Estudiantes sabía que tenía que golear y esperar el resultado de Bragantino para ver en qué posición pasaba en el grupo, ya que la clasificación estaba en el bolsillo hace rato. Y el equipo así lo hizo, desde el arranque del partido respondió al pedido de los hinchas y fue por el triunfo. Y aunque el primero se demoró un poco, solo bastaba que la pelota entrara para liquidar el encuentro.

Así fue, con pelota al piso, cambio de ritmo y llegadas por todos lados, el Pincha acorraló a Oriente Petrolero, que terminó siendo solo un invitado de lujo a la fiesta pincharrata. Una ráfaga con goles de Mauro Boselli a los 38 y Guido Carrillo a los 40 sentenció lo que ya se preveía, una goleada en casa.

Y a la fiesta, que la opacó un poco la victoria fácil del conjunto brasilero 7-1 ante Tacuary, que dejó al Pincha en el segundo puesto y debiendo jugar los 16avos de final, solo le quedó espacio para que el plantel dirigido por Eduardo Domínguez se floree y agarre ritmo pensando en lo que viene. Un golazo de Benjamín Rollheiser desde afuera del área y otro en contra. La visita, con un planteo totalmente defensivo y sin reacción, ni siquiera amagó con causarle problemas a Mariano Andújar, que tuvo una tarde muy tranquila.

Como la gente del León, que se siente muy bien representada por este equipo, que apenas perdió un partido de los últimos 18 y está mostrando un nivel que ilusiona para volver a soñar con levantar un titulo internacional. Y el primer paso está hecho, ahora queda seguir trabajando y esperar los cruces. Y la gente siempre va a estar: “Yo no soy como esos que se quedan en casa”, cerró la hinchada. Todos juntos por el sueño...

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