Coisa mais linda: el nacimiento de la bossa nova y el reinado del susurro

Entretenimiento 12/03/2021

Música en serie: en la ficción de Netflix se luce tanto la música de Brasil como las voces de Amy Winehouse y Ella Fitzgerald.

Narrada desde 1959, la serie Coisa Mais Linda (Netflix) pone a Brasil en el mapa de las series con una historia de dos temporadas (2019, 2020) que no elude los tópicos del culebrón pero adaptados a la narrativa del feminismo y como marco para traer del pasado los días en que la bossa nova consiguió infiltrarse en el oído mundial como ninguna otra música de Sudamérica. Es una historia de mujeres al borde de un ataque de modernidad abriéndose paso en una sociedad machista que enfrentaba cambios revolucionarios. Están aquí el establecimiento de una ciudad futurista como Brasilia en paralelo con el clima social que propició la creación de la bossa nova. De allí que la historia de María Luiza (María Casadevall) y Adélia (Pathy Dejesus), la paulista rica y la carioca pobre que se unen para fundar el Birdland de Río, se entremezcle con la de Chico (Leandro Lima), un trovador bohemio que tiene más de James Dean que de João Gilberto. “El susurro está de moda”, se escucha decir en uno de los capítulos en una fiesta ambientada en ese Río de 1960. Aquí, entonces, diez hitos de ese susurro que se dejan oír en la serie.

“What’s the Matter With Me” (Ella Fitzgerald, 1940): “¿Quizás de aquí salga la nueva Ella Fitzgerald”? se entusiasma María Luiza frente a su socia Adélia mientras le dan forma al club de jazz. Este blues que sale de una vitrola fue grabado originalmente en un disco de pasta de 78 rpm llamado 1939-1940. Fitzgerald queda establecida así como la voz de mando en el soundtrack de la serie: el ícono sobre el que se establece la increíble fusión entre el jazz y la música de Brasil. En ese entonces Fitzgerald era la cantante solista de la orquesta del baterista Chick Webb que, tras su muerte en 1939, devino en Ella Fitzgerald and Her Famous Orchestra. Todo este repertorio antiguo grabado para el sello Decca fue reeditado en 15 cedés por el sello francés Classic Records, entre 1992 y 2008.

“Caminhos cruzados” (Maysa, 1958): Las canciones del álbum Convite para ouvir Vol. 2 consagraron para siempre a la mezzosoprano Maysa Matarazzo que a los 22 años se convirtió en una estrella de la música popular brasileña (no MPB) y en el eslabón entre el samba-canción y la incipiente bossa nova a la que adhirió en los 60. Maysa era paulista y su carrera como cantante hizo trizas su matrimonio con el poderoso empresario André Matarazzo, heredero de una de las mayores fortunas del país, que le llevaba 17 años. En la ficción, su historia se espeja en la de Ligia (Fernanda Vasconcellos) o la Maysa que no llegó a ser.

“Coisa mais linda” (João Gilberto, 1962): Si bien para el público anglo la serie se llama Girls from Ipanema, el título original remite a otro clásico de la bossa nova que João Gilberto publicó en el álbum The Boss of Bossa Nova con el que la multinacional Atlantic puso la música de Brasil en el mapa de Estados Unidos y el mundo. En la serie apenas escuchamos un compás en la guitarra y voz de Chico, cuyo perfil dionisíaco en poco se parece al elusivo João que para los tiempos que la serie escenifica orillaba los treinta años. “Coisa mais linda” fue compuesta por Carlos Lyra y Vinicius de Moraes y en la edición estadounidense aparece como “Such Beatiful Things”. En el texto de la contratapa del álbum, Jack Maher, de Billboard, lo presentaba así: “João Gilberto es más que una figura paternal para Brasil; es el progenitor en carne y sangre de la bossa nova”. El legendario disco de Atlantic era una versión de João Gilberto, su tercer LP editado en Brasil por Odeón (en Argentina salió como ¡Bossa Nova!) en 1961.

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“Só danço samba” (Stan Getz & Luiz Bonfá, 1963): El crossover entre el jazz y la bossa nova que tendría su Everest en la colaboración entre Sinatra y Jobim, en 1967, tuvo un capítulo aparte con el saxofonista Stan Getz (a quien llamaban “The sound”) que estableció alianzas estratégicas con Gilberto, Jobim y el guitarrista Luiz Bonfá con quien grabó esta canción de Jobim y Vinicius en el álbum Jazz samba encore! Fue la secuela natural del éxito que había tenido con la introducción del ritmo carioca en la escena con el álbum Jazz samba grabado a dúo con el guitarrista Charlie Byrd. Su asociación con el ícono de la bossa (el álbum Getz/Gilberto) fue más lejos aún: la versión de “Chica de Ipanema” (con la parte en inglés cantada por Astrud Gilberto) le daría en 1965 dos Grammy, mejor álbum y sencillo, superando nada menos que a The Beatles.

“Manha de Carnaval” (João Donato, 1965): Dirigida por el francés Marcel Camus, la película Orfeo Negro (1959) se filmó en Río de Janeiro y contribuyó para que el samba y la incipiente bossa nova penetraran en nuevos mercados. Luiz Bonfá compuso esta pieza instrumental para guitarra que suena como una transacción entre los sonidos del morro y los de la clase media carioca (como la misma historia de la serie) y que Donato convirtió en un standard del latin jazz durante el auge internacional de la bossa. Su estilo al piano suave, impercetible, fue una influencia ineludible en el susurro y el batido de guitarra de Gilberto. A los 86 años es uno de los pocos pioneros del movimiento modernista que queda en pie.

“Outra vez” (Nara Leão, 1970): Con su estilo casi pop, Nara se convirtió en una especie de musa de la bossa nova así como oficio de voz puente entre el susurro carioca y lo que conocemos como MPB (Música Popular Brasilera), el movimiento derivado del Tropicalismo en la segunda mitad de los 60. Su perfil impregna y atraviesa a todas las protagonistas de la serie en esa transición donde la mujer adquiere protagonismo en un ambiente machista. Tras la dictadura impuesta en el 64 la musa se rebeló y en su radicalización llegó a decir que la bossa era “alienante”. Se reconcilió en el álbum Dez Anos Depois donde repasó su primer repertorio incluída esta maravilla de Jobim. Murió a los 47 años, tan joven y bella.

“Mais que nada” (Sergio Mendes & Brasil 66, 1972): Traído del futuro, el contagioso hit pop-samba de Sergio Mendes musicaliza una furtiva escena lésbica en la primera temporada de la serie. Se trata de una versión del original de Jorge Ben que terminó de consagrarlo en Estados Unidos por fuera del circuito del jazz al que se había sumado en 1964. Grabada para el álbum Foursider lo estableció como el nuevo referente de la música brasilera en Estados Unidos con ese ensamble instrumental en el que se alternaban distintas voces en inglés o portugués (como Santana con el español) y que podía formar escena con el giro latino del rosarino Gato Barbieri en los 70. Convirtió el modernismo brasilero en easy listening pero sin llegar al extremo del hilo musical de hits globales pasados a bossa nova que acompañó el boom de los ansiolíticos en el siglo XXI.

“Águas de Março” (Elis & Tom, 1974): El álbum que grabaron juntos la cantante Elis Regina y el compositor top Antonio Carlos Jobim es una joya de la música popular latinoamericana. Elis la había estrenado en su fantástico álbum Elis, editado a diez años de su debut discográfico hacia 1963. El disco en colaboración lo grabaron en Los Angeles y sigue siendo un placer escuchar a Jobim en contrapunto descendente improvisando arreglos mientras ella acaricia el delirio. Como Nara, Elis Regina es otra cantante ícono del modernismo brasilero que murió joven: su fue en 1982 con apenas 37 años.

“Agora só falta voce” (Rita Lee, 1975): Lo más cercano al rock que se escucha en todo el soundtrack de Coisa Mais Linda está, claro, puesto en la voz de Rita Lee, la performer al frente de los psicodélicos Os Mutantes que tendría su momento pop absoluto con el hit “Lanza perfume” ya en los 80. Este rock resbaladizo que podrían haber tocado The Faces (ya que Rod Stewart plagió a Jorge Ben con “Do you think I’m sexy”) es parte de su cuarto álbum solista Fruto Proibido. Figura inclasificable, podría decirse de la Lee que media entre un artista popular como Roberto Carlos y la vanguardia tropicalista pero si hay que buscarle un equivalente fuera de Brasil solo podría pensarse en alguien como Marta Minujín que, hasta ahora, no grabó ningún disco.

“The Girl from Ipamema” (Amy Winehouse, 2011): Para (re)poner a Brasil en el mapa pop de nuevo la serie que historiza el comienzo de su modernismo echa mano a esta versión del superclásico bossa editada en Lioness: Hidden Treasures, el álbum póstumo de la talentosa y desgraciada Amy Winehouse. Su versión se deja escuchar en el inicio de cada capítulo y cifra el status contemporáneo de la canción original de Jobim (el arquitecto por detrás de toda esta historia) apropiada en la intro del último álbum de Bad Bunny. Amy la jazzea con la cualidad de su voz quebradiza y establece un puente fantástico con el principio de esta playlist: la mismísima Ella Fitzgerald la había grabado en 1981 en el álbum Ella abraca Jobim. Coisa mais linda también es, al fin, la historia de cómo el jazz se enamoró de Río.

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