Vimos It chapter 2 y te contamos qué nos pareció
La nueva cinta de terror de Andy Muschietti generó grandes expectativas antes de su estreno y dejó mucha tela que cortar ya en pantalla.
Sin lugar a dudas, It chapter 2 es una de las películas que más se ha esperado este 2019, además de ser objeto de miles de comentarios en las redes sociales. Muchas eran las expectativas en torno al film de Andy Muschietti, y ciertamente las ha cubierto satisfactoriamente.
Esta segunda entrega del icónico payaso del cine de terror cuenta la historia de los miembros del Club de los Perdedores ya en su adultez, concretamente, la cinta se ubica 27 años después de los acontecimientos de la primer entrega de 2017. Sin embargo, existe una conexión muy fuerte entre ellas, no sólo por la narración, sino porque este segundo capítulo viaja constantemente al primero, mostrándonos cosas que no habíamos podido ver en aquella oportunidad.
Si bien se sabe que las escenas protagonizadas por las versiones jóvenes de los Loosers tuvieron que ser retocadas digitalmente (puesto que los niños crecieron considerablemente en estos dos años), el espectador cae rápidamente en el engaño. Ambas películas parecen grabadas casi en el mismo tiempo, y entre ellas se complementan a la perfección haciendo que juntas formen una gran obra.
La cinta es atractiva desde distintos frentes: existe cierta nostalgia en las cosas de la época que se mantienen de la primera entrega gracias a los flashbacks, pero también tienen su aporte las referencias al género. Desde carteles de cine presentando Nightmare in the Street Elm (1984), pasando por encarnaciones de Pennywise que refieren a The Shining (1980), hasta la mismísima presencia de Stephen King, se pasean por el film ante la mirada atenta de los espectadores.
It chapter 2 es la combinación perfecta entre drama, terror, comedia y romanticismo. Logra dibujar una sonrisa cuando se busca romper la tensión, saltar del susto cuando se está desprevenido (y cuando no), y bajar la guardia cuando el corazón es protagonista.
Resulta sorprendente el parecido entre las versiones jóvenes y adultas de los protagonistas, tanto física como emocionalmente. Quizás quien mejor ha mantenido su esencia es Eddie Kaspbrak, interpretado por Jack Dylan Grazer y James Ransone respectivamente. El personaje es sumamente cuidadoso, asustadizo y verborrágico, con una inquietante inteligencia y miedo a todo, y una fuerte relación con su madre sobreprotectora.
Todo lo contrario se observa con Beverly Marsh (Sophia Lillis y Jessica Chastain). Mientras la versión joven se mostraba desinhibida y conquistaba con su sonrisa y mirada atrayente, la adulta es más cerrada y menos expresiva. Quizás sea uno de los puntos débiles del film. Pese a ser una actriz ya consagrada, Chastain no logra llegar al público como su predecesora.
Quizás se esperaba más de Stanley Uris (Wyatt Oleff, Andy Bean), quien no tiene tanta participación en esta nueva entrega, sin embargo el final de la película lo justifica satisfactoriamente.
El resto del reparto tiene su momento, cada personaje es bien explotado. James McAvoy (Bill Denbrough), Bill Hader (Richie Tozier) y Bill Skarsgård (Pennywase) se lucen con sus papeles, pero la sorpresa la da Isaiah Mustafa, quien encarna a Mike Hanlon y quien es conocido por las publicidades del desodorante Old Spice. Mustafa ha sabido ponerse a la altura del drama y de sus compañeros. Por su parte Jay Ryan dejó en el pasado a la Bestia (Beauty & the Beast, 2012-2016) y conmueve con su amor no correspondido.
Andy Muschietti ha sabido colocar su impronta incluso en pequeños guiños que el público argentino pudo disfrutar con cierto orgullo, como el hecho de ver a King tomando mate, que ese mate tenga el escudo de Independiente, hasta el mismo hecho de poder ver a Muschietti hurgando entre productos de una góndola en la farmacia. Definitivamente un cameo muy a lo Hitchcock.
It chapter 2 resulta ser una película sumamente atractiva para quienes gustan del género de terror, pero también para quienes disfrutan con los pequeños detalles.
