Internos de dos cárceles platenses fabricaron sillas para un jardín de infantes y facturas y mantas para gente en situación de calle

Sin categoría 09/07/2019

En los talleres de carpintería de la Unidad 1 Olmos elaboraron 20 sillitas para el Jardín Tambor de Tacuarí de La Loma, y en el sector de panadería y textil de la Unidad 18 Gorina, produjeron facturas, bizcochos, mantas y abrigos. Las actividades se enmarcan en un plan de poner en práctica lo aprendido en contexto de encierro al servicio de la comunidad.

Los chicos que asisten al Jardín de Infantes “Tambor de Tacuarí” de La Plata recibió una donación de 20 sillas fabricadas por internos de la Unidad 1 de Lisandro Olmos, y la gente que vive en situación de calle en la capital provincial se vieron beneficiados con facturas, bizcochos, mantas y abrigos, elaborados por privados de la libertad de la Unidad 18 Gorina.

Las dos actividades solidarias se desarrollaron desde el seno de dos cárceles que dependen del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), las que se enmarcan en dos ejes: la capacitación laboral y el servicio a la comunidad.

Más de 300 niños se verán beneficiados por el mobiliario elaborado desde cero por cuatro internos capacitados previamente en carpintería y lustre, que se desempeñan en los talleres que funcionan en la Unidad 1.

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Esteban Pilili, quien integra la cooperadora del Jardín, contó que “el contacto con el Servicio Penitenciario Bonaerense lo hicimos con el padre de uno de los chicos quien trabaja en la Unidad. Él nos comentó de los talleres que funcionaban en el lugar y ahí decidimos acercarnos con la gente de la cooperadora para ver la posibilidad de recibir estas sillitas”.

Al respecto, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, dijo: “Reforzar el trabajo y la educación en las cárceles es uno de los objetivos relevantes que nos encomendó la gobernadora María Eugenia Vidal como elemento central para reducir los índices de reincidencia en el territorio bonaerense”.

Pilili destacó también que “las sillitas son muy necesarias para los chicos y completan el mobiliario que necesitamos para la sala audiovisual”. Por su parte, el Jefe del Departamento Regional de Cultura Laboral del Complejo Penitenciario Olmos, Nelson Duarte contó que “estas actividades son muy importantes porque permiten a las personas privadas de su libertad aprender y llevar adelante distintos oficios a través de tareas solidarias”.

Por otro lado, Wilfrido, uno de los internos que a lo largo de dos semanas participó del armado de las sillas contó que pare él fue “una satisfacción enorme poder ayudar a los chicos con el trabajo que hacemos desde la cárcel”.

Al finalizar la entrega, el Jefe de Talleres de la Unidad 1, Gustavo Pio, planteó la posibilidad de llevar adelante una nueva donación con atriles para que los chicos pinten y den rienda suelta a su creatividad.

Panaderos y textiles

En la Unidad 18 Gorina trabajaron en articulación con Dirección de Acción Social Directa de la municipalidad de La Plata y la Dirección de Promoción e Inclusión Sociolaboral dependiente de la subdirección General de Trabajo de la Dirección General de Asistencia del SPB.

Unos 25 internos que participan de los cursos de panadería, pastelería y facturería elaboraron 12 docenas de facturas, 10 kg de bizcochitos y 6 docenas de roscas. Esa producción fue repartida este fin de semana junto con café caliente y abrigo a personas en estado de extrema vulnerabilidad que se encuentren pernoctando a la intemperie en la vía pública.

Luego acercaron facturas a un parador municipal que asiste a mujeres que han sufrido violencia de género.

Finalmente las roscas y bizcochitos fueron llevadas al parador masculino que brinda un espacio de estadía provisoria a personas en situación de calle o adicciones. Celeste, representante del Programa valoró estas actividades solidarias porque logran un trabajo en equipo para satisfacer una necesidad actual a la vez que revincula a las personas privadas de su libertad con la sociedad.

Eduardo Acuña Laz, el director de la Unidad 18, comentó que “estas tareas son muy importantes debido a que los internos pueden utilizar las habilidades adquiridas en los cursos de capacitación laboral para contribuir a la comunidad”.